La marcha y la protección al presidente

Alexei Chévez Solveti

Este domingo el presidente López Obrador va a encabezar una marcha para celebrar sus 4 años de gobierno.

Se prevé que a este evento acudan miles de personas de todo el país para apoyar al presidente.

Un evento de esta naturaleza ¡nunca hubiera sucedido en otras administraciones!

El Estado Mayor Presidencial se hubiera opuesto rotundamente a exponer al jefe del ejecutivo al contacto directo con la gente y mucho menos caminando y por tanto tiempo.

La seguridad presidencial bien implementada es una serie de círculos concéntricos que filtran quien puede estar cerca del mandatario todo el tiempo y quien no. Estos círculos evitan que personas que no han sido revisadas o con actitudes sospechosas o hostiles puedan tener contacto con el presidente, evitando momentos desagradables o embarazosos. Un claro ejemplo de esto fue cuando un joven lanzó huevos al rey Carlos III de Inglaterra, afortunadamente sin mayores consecuencias.

Para evitar esto los organismos encargados de protección obligan a las personas a mantener una distancia que les permita controlar todo lo que sucede alrededor de su protegido.

La protección moderna se hace sobre la premisa de prevención y no de reacción.

El tener al presidente López Obrador caminando con miles de seguidores que no han sido registrados o no están controlados por la seguridad del presidente es una pesadilla de logística y seguridad.

El mandatario fiel a su estilo sigue aparentando que no tiene seguridad a su alrededor, la ayudantía parece un puñado de voluntarios que solo ayudan a controlar no prohibir quien se acerca a AMLO. Los casos donde este grupo ha sido rebasado por los seguidores del presidente son muchos. Hasta ahora sin graves consecuencias, un poco de suerte, un poco de habilidad han sacado adelante la chamba.

El marchar varios kilómetros al descubierto es enteramente otro boleto.

No sólo hay que intentar controlar a las multitudes que quieran acercarse al presidente, hay que prever cualquier contingencia como una estampida, un incidente entre los que marchan, algún contingente contrario a la marcha, etc…

Este es el trabajo titánico que se supone “tiene la ayudantía”

En la realidad será Sedena quién se encargue de generar la logística y protección necesaria para esta marcha.

Ellos con su experiencia dispondrán del personal vestido de civil que intentarán filtrar a las personas que tengan actitudes sospechosas o conductas violentas. Elementos del desaparecido EMP estarán en el penúltimo círculo de seguridad para apoyar a la ayudantía en su trabajo. Observadores serán desplegados en azoteas y lugares estratégicos, estos mismos equipos buscarán en ventanas y azoteas cualquier indicio de personal armado en ellas, se harán cierres de circulación en coordinación con la SSC CDMX, todos los accesos directos a la ruta de la marcha serán bloqueados para evitar un ataque con automóvil a los participantes, en el C5 capitalino estará personal militar para observar y coordinarse con la policía capitalina que dispondrá de miles de agentes para el control y apoyo de las personas que asistan, se ubicaran durante el trayecto puntos seguros donde se pueda trasladar inmediatamente y proteger al ejecutivo, se buscará la manera de tener en calles paralelas al paso una ambulancia con personal médico especializado y el tipo de sangre del presidente, rutas de acceso inmediato para equipos especiales del EMP y rutas de extracción para este grupo serán trazadas y estudiadas, el espacio aéreo será restringido y controlado, grupo Cóndores y probablemente la FAM estarán atentos a esto.

Este domingo el Presidente de la República podrá marchar apoyado y arropado por su gente.

Sedena verá que sea sin incidentes.

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