Rocha se dice perdedor frente a Cuén

Felipe Guerrero Bojórquez

Esta vez Rocha habla como si fuera el dirigente de MORENA y no el gobernador

En las Semaneras los periodistas marcan la agenda y meten a Rocha a su terreno”

Las conferencias de prensa del gobernador Rubén Rocha deben corresponder a actos institucionales, no de partido, ni deben correr sueltas y sin planeación como evidentemente se observa.

No se trata de dejar temas sueltos confiados en la capacidad, en este caso del gobernador Rocha, que la tiene, sino de ofrecer los hechos, los planes, los avances y las perspectivas del gobierno.

Tal parece que el gobernador no le hace caso a las áreas a las que corresponde planear las conferencias, y mucho menos a sus asesores que deberían ponderar los temas importantes, prever las posibles preguntas y las respuestas a los compañeras y compañeros de los medios.
Hoy, especialmente, en términos de contenidos y de enfoque, la Semanera fue un desastre. El gobernador hablando sobre temas de seguridad muy delicados y aventurando hipótesis que corresponden a la Fiscalía, pero sobre todo, abordando temas políticos, juicios y respuestas que corresponden al líder de su partido, MORENA.

Rocha no solo se exhibe innecesariamente como débil de frente a Héctor Melesio Cuén, al afirmar que el líder moral del PAS fue más listo que él y que le “comió el mandado” a la hora de la operación política y al acarreo que se ejercio en MORENA en el pasado proceso interno para elegir delegados.

Para muchos, la participación del PAS fue un acuerdo con Morena, (Con Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación), pero ocurrió que por falta de estrategia desde el MORENA de Rocha, el proceso se dejó suelto y por tanto no resultó lo que esperaba.

El acarreo y compra de votos no se hizo solo por un lado como reconoce el propio gobernador, sino que se ejerció por tirios y troyanos. Pero lo más grave en términos de estrategia e imagen política, es que Rocha reconozca públicamente que Cuen le comió el mandado, es decir, que haya tenido más capacidad política para la movilidad y la operación.

El gobernador públicamente se dijo traicionado por Cuenistas al interior de su gabinete en asuntos de partido y luego, a parte de juzgarlos los sentenció porque inmediatamente anuncia, de nuevo innecesariamente, que los despediría. En todo caso esto debió hacerlo con la prudencia que corresponde, no con la estridencia cuyo origen es de carácter partidario y que evidentemente lo toca como líder moral del morenismo.

Todos estos asuntos corresponden a la dirigencia formal de MORENA, cuyos representantes deben denunciar los hechos ante las instancias de ese partido y las autoridades jurisdiccionales, para lo cual se deben presentar las probanzas suficiente y fundadas.

La denuncia pública hecha hoy por el gobernador, lo que hace es enrarecer la vida política de Sinaloa y, al mismo tiempo, exhibirse, de nuevo innecesariamente, como perdedor.

En suma, el gobernador Rocha no debió abordar el tema con la vehemencia y la molestia evidente; no debió juzgar y sentenciar ni expresar sus sospechas de que el dinero para el acarreo salió de las arcas de la Universidad Autónoma de Sinaloa; él es el gobernador, no el dirigente de Morena y a quien corresponde hacerlo es a Manuel de Jesús Guerrero Verdugo, dirigente formal de ese partido.

Como decía el Divo de Juárez: ¡Pero qué necesidad!

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