El Químico y sus lámparas de 200 mil pesos cada una

José Luis López Duarte

Desde su primer trienio en la presidencia municipal de Mazatlán (2018-2021), “El Químico” Benítez, al igual que Jesús Estrada Ferreiro de Culiacán y “El Billy” Chapman de Ahome, entonces se vieron involucrado en conflictos que derivaron en acusaciones en los órganos internos de los ayuntamientos respectivos, incluso, en los casos del Químico y el Billy Chapman, fueron juzgados y sentenciados, sin que trascendiera en ninguno de los casos más allá de la resolución.

Después del sonado caso de Jesús Estrada Ferreiro, que está en proceso aún, pero que ya hay fallos respecto a él, como el desafuero que decretó el Congreso del Estado, igual que el juicio político que ahora está en manos del supremo tribunal de justicia y que todo apunta que los fallos se van a confirmar, ahora el caso del Químico Benítez, que si no frena su frenesí autoritario que imita más bien a Jesús Estrada, puede seguir la misma ruta que el exalcalde culichi.

El expediente del alcalde mazatleco ya es robusto y todavía se pueden acumular más casos, como la investigación que lleva a cabo la Auditoría Superior del Estado (ASE) del ayuntamiento de Mazatlán, específicamente el contrato de poco más de 400 millones de pesos para poner dos mil luminarias mediante una adjudicación directa y seguramente lo que se derive de ese contrato y otros que pueda encontrar.

A simple vista ese contrato manifiesta errores de origen en la contratación, como es el volumen de la inversión para que sea una adjudicación directa y no se haya convocado a una licitación pública, como también el hecho de que cada lámpara tendrá un valor unitario por más de 200 mil pesos, el precio promedio de un automóvil austero, asunto que motiva una investigación, precisamente porque ese precio requiere una luminaria de extraordinarias características y cualidades, lo que no se demuestra ni resuelve, por decirlo de alguna manera, a simple vista.

Igual ocurre con su cuenta pública de 2020 que fue rechazada por el Congreso del Estado y que ya viene la de 2021 para octubre próximo que es muy probable también sea rechazada.

Las controversias del presidente municipal de Mazatlán son cotidianas y van desde personajes menores hasta confrontarse con su cabildo, el Congreso del Estado y el mismo gobernador del estado, conducta que, si no se controla, suaviza y retrocede (por ejemplo, en el contrato de las luminarias), estaremos viendo el principio de otro desafuero y juicio político por parte de los diputados, así como otra frustración de la sociedad.

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