La Universidad constituye un papel trascendental en la construcción de paz, señala investigadora a alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación
La lectura cambia la visión del mundo y, si estas lecturas no cambiaron en nada la forma de ver a través de tus ojos tu entorno, reflexiones y ejercicios que quizás consideraste vacíos, y si tu mirada después de esto para ver el mundo no es distinta, entonces el papel de la Universidad ha fracasado; estas fueron las palabras de Eustolia Durán Pizaña, tras compartir la conferencia “El papel de la Universidad en la construcción de la paz”, con alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
La doctora, investigadora y escritora de cuentos, expresó que el mundo no se cambia automáticamente, por lo que avanzar hacia una cultura de la paz no solo entre individuos, sino entre grupos y naciones es necesario formar en valores, comportamientos, aptitudes, y estilos de vida que conciernan a todos.
Puesto que, el ser humano no es un ente aislado, dijo, vive en familia y en comunidad, que para caminar hacia la paz es necesario practicar la solidaridad, el diálogo, el respeto y todos aquellos principios que permitan el tránsito hacia esa paz aspirada.
“La Universidad, en su misión, debe preservar, revalorar y difundir el arte, la cultura y coadyuvar a una cultura de la paz, de defensa de los derechos humanos, de inclusión, respeto a los que piensan diferente, de manera que tiene una responsabilidad para con la sociedad”, consideró.
Por lo que, en ese sentido, comentó que el papel como profesor que les toca implica sentir valores como justicia, equidad, libertad y respeto; no solo transmitirlos, pues es así como no se enseña quedándose solo en cartulina, diapositivas o árboles que los representan, esto va más allá, deben ser encarnados, vivirlos y ejercitarlos para después modelarlo a los estudiantes, siendo el profesor congruente en el decir y en el hacer al practicar cada valor.
“Solo podré mostrar el camino de la paz a través del ejercicio encarnando en mí todas esas cualidades que pretendo enseñar”, expresó.
Del papel de la Universidad en la construcción de la paz, señaló no tenerlo fácil y no es sencillo transitar hacia allá, por lo que cambiar el mundo no solo es en el discurso, sino ser respetuosos de las diferencias, formas de pensar y ser de cada quien, que es lo que nos hace ser seres humanos, por lo que su planteamiento va desde esa perspectiva.
“Toda universidad, como institución de educación superior, tiene como fin formar profesionales calificados para el desempeño de una actividad, profesionales que estén éticamente comprometidos con sentido humanista; desde esta perspectiva, el tránsito por la universidad debe prepararlos para plantearse realizar investigaciones encaminadas en prevenir y resolver desafíos globales, regionales y nacionales”, manifestó.