Como “policía bueno y policía malo”, así funcionará la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno

Dalila Escobar

Como tener a un policía bueno y un policía malo, será el equivalente de la labor y los pilares de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno que dirigirá Raquel Buenrostro y que sustituirá a la Secretaría de la Función Pública.

“Esto nos lleva a establecer cuáles son los pilares que va a tener esta secretaría. Digamos que tenemos como un policía bueno y un policía malo, el policía bueno es el buen gobierno, que es el que va a prevenir”, dijo.

El enfoque de esta administración es preventivo más que correctivo.

“En México tenemos un dicho que dice que ‘ahogado el niño, se tapa el pozo’; pues nosotros no queremos eso, nosotros queremos desde antes evitar que se cometan los actos de corrupción, porque esto nos va a liberar también mucho más recurso; no sólo sancionar, sino evitar que se realicen”.

Buscarán evitar este delito desde los servidores públicos y también desde el ámbito privado porque “siempre hay un corruptor y un corrompido para que pueda haber un acto de corrupción, entonces tenemos que buscar cómo evitarlo de las dos partes de la balanza. Y esta secretaría nos ayuda mucho a esa participación. En el gobierno hay pocas secretarías que son transversales”.

Se trata de una secretaría que tiene un alcance normativo y de supervisión amplia y que podrá participar en todas las secretarías y entidades.

Entre las estrategias está dignificar la carrera del servicio público para que se entienda que trabajar en el gobierno es una vocación y una mística, además con la satisfacción de tener acciones para beneficio de los demás.

“Esto nos lleva a tener que invertir, digamos, muchísimo, en trabajar mucho en la formación ética y de integridad del servicio público para tener esa mística, esa vocación y esos principios y valores y acompañarlo de capacitación”.

En torno al acompañamiento preventivo a las instituciones, ahora también con los programas prioritarios y los proyectos estratégicos por lo que es necesario el acompañamiento para inhibir la corrupción y asesorarlos en cuestiones normativa para tener transparencia.

También proyectan modernizar la administración pública para inhibir la corrupción, lo que va acompañado de la Agencia de Transformación Digital.

“Nosotros creemos en que entre mayor sistematización hay menos tentación para la corrupción. Si no hay contacto humano, sino todo es a través de sistemas y entre más ágil sea, más eficiente, es mucho menos la tentación de caer en un soborno, en una discrecionalidad”.

La consolidación de las compras públicas es otro eje; así como la “transparencia proactiva”, para que sea un hábito en el quehacer público.

Buscan también fortalecer la cultura de la denuncia en el sector público y el privado, lo que iría acompañado de la confidencialidad para identificar más rápido los problemas.

El último escalón es combatir la impunidad. “Tenemos que hacer que violar la ley sea más caro que cumplir la ley, que no haya ningún incentivo para violar la ley. Ahorita para muchas empresas es más fácil decir: ‘incumplo con el contrato porque la penalización es muy baja, y mejor digo que no tengo, y con otra empresa lo vendo en una adjudicación directa a un precio más alto porque aparentemente hay un desabasto’. Entonces, tenemos que hacer mecanismos legales, jurídicos, con certidumbre, donde violar la ley sea más caro que cumplirla”.

El primer encargo de la presidenta Claudia Sheinbaum es trabajar con la Consejería Jurídica y la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda, en una reestructura de la administración pública para una organización más eficiente y que con ello alcancen las metas de transparencia y combate a la corrupción.

Buenrostro indicó que están en puerta modificaciones a la Ley de Adquisiciones y a la Ley de Obras, que den agilidad en el proceso de adjudicación de contratos, en los fallos y en nuevos mecanismos eficientes y más competitivos.

Un ejemplo es “una queja, una solicitud de información que ha sido muy recurrente en estos primeros días de gobierno y muy reiterativa es las quejas sobre la información histórica de CompraNet”.

Explicó que era un sistema de CompraNet 5.0, que quedó obsoleto y que tenía los contratos de 2012 al 2022 y ahora trabajan “para extraer toda esa información y ponerla a la vista, en los primeros 100 días van a tener ya toda la información en todo”.

En México hay estadísticas que dicen que 4.5 por ciento del valor de los contratos eran sobornos.

La funcionaria adelantó que de aprobarse la reforma, trabajan en una propuesta de Ley General de Transparencia que garantice que esta secretaría pueda llevar a cabo todas estas funciones y, al mismo tiempo, que no sea juez y parte con el involucramiento de otros entes públicos como son los tribunales administrativos, y con eso iniciar una era de transparencia proactiva.

“Vamos a trabajar mucho también de la mano con la Agencia de Transformación Digital para abrir muchos datos, a tener muchos datos abiertos y de fácil acceso para la población para que pueda dar seguimiento a toda la actuación del gobierno”.

De la primera parte de este trabajo que consideró se hizo en el anterior gobierno se tuvo como resultado que la tasa de los actos de corrupción disminuyó 11 por ciento; es decir, de 15 de cada 100 que percibían o tenían una experiencia de un acto de corrupción en algún trámite con el gobierno.

También garantizó cero lujos, menos burocracia, más eficiencia. La digitalización simplifica y agiliza los trámites que además los hace más transparentes y menos proclives a la corrupción. El objetivo es, finalmente, “cerrar la puerta a la corrupción, cerrársela definitivamente y combatir la impunidad”, concluyó Raquel Buenrostro.

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