PRI-PAN-PRD-Coparmex es oposición, no alternativa
Carlos Ramírez
El reacomodo de ideas y de grupos políticos está exigiendo la existencia de una verdadera oposición política que hasta ahora no existe; tenemos, es cierto, partidos que dicen representar otras bases diferentes a las del gobierno en turno, pero en los hechos se han quedado en puntos de confrontación agresiva y no de una alternativa al proyecto oficial.
Los debates en torno al presupuesto 2021 y a la iniciativa de ley de reforma eléctrica han dado más pena política que reconocimiento institucional. El problema primario no radica en la suma de votos para frenar las propuestas oficiales, sino en la falta de un discurso político que convenza a la sociedad con argumentos opositores.
La oposición ha encontrado el camino cómodo de votar todo en contra del gobierno, pero sin estructurar una propuesta diferente. El presupuesto alternativo de la oposición fue el más grande engaño que pudieron presentar los partidos de la alianza Sí por México, porque no pudieron ocultar la intención simple de plantear el recorte a los proyectos centrales del gobierno en turno.
Desde el año 2000 el país ha requerido no solo de una propuesta de alternancia, sino de la definición de una alternativa en materia de régimen político, política económica y modelo de desarrollo. Dos gobiernos panistas y un gobierno priísta en lo que va del siglo han mostrado su incapacidad de enfoque prospectivo al administrar los despojos del modelo de país del PRI sin siquiera proponer algunos ajustes de funcionamiento diferente.
En este sentido, la oposición se ha ajustado solo a oponer el no a las propuestas de gobierno y no se ha preocupado primero por definir modelos alternativos a las tres grandes crisis: seguridad, salud y crecimiento económico. La propuesta alternativa de la oposición no supo elaborar la definición de una nueva política económica diferente a la neoliberal salinista y ahora a la populista y tampoco ha señalado qué debe de hacerse para que el país salga del hoyo recesivo de 2% promedio anual en el periodo 1994-2018 y del estancamiento de PIB promedio anual de 0% para el sexenio actual.
Esta incapacidad de la oposición para presentar iniciativas serias a los problemas actuales es la que explica las razones que le dan aprobación personal al presidente López Obrador y colocan a Morena al frente de los primeros sondeos sobre las elecciones presidenciales de 2024, al tiempo que también indica porque Morena pudiera ganar las seis gubernaturas en disputa el próximo año.
La oposición como partidos y como bancadas parlamentarias ha sido incapaz de abrir siquiera un debate profundo sobre la crisis del neoliberalismo y el auge del populismo, como tampoco ha podido explicar todavía el fracaso político-electoral del PRI desde 1988. El PAN tuvo la presidencia de la república a lo largo de dos sexenios, pero al final agotó su prestigio en la continuidad de los modelos político, económico y social del PRI y no pudo presentar un nuevo modelo de nación.
La ventaja en tendencias electorales de Morena se explica por la popularidad personal del presidente López Obrador, pero también por la incapacidad de la oposición para elaborar una crítica seria, profunda y propositiva contra las deficiencias de Morena en el poder. Asimismo, la oposición no ha sabido explotar de manera política la ineficiencia gubernamental en áreas específicas de seguridad y crecimiento económico.
Esta situación de penuria política que presenta la oposición actual debe obligar al surgimiento de nuevas corrientes y nuevos partidos políticos que se consoliden al calor de la confrontación con las ineficiencias gubernamentales. Lo peor que le puede pasar al país sería la reproducción en Morena del viejo modelo priísta: desgaste por corrupción e ineficiencia del partido, pero preminencia del como forma de gobierno.
Lo peor qué le está ocurriendo a la oposición se localiza en los indicios de los sondeos electorales que señalan que la suma de votos de los principales partidos de oposición no alcanza a disputarle la mayoría absoluta a Morena en materia de decisiones legislativas. Más aún, la oposición se ha unido en una alianza que no se ha sabido explicar a la sociedad porque implica la fusión oportunista de siglas y no la elaboración de un proyecto político que se presente como alternativa al modelo que ejerce Morena desde la presidencia.
Al final de cuentas, Morena se perfila a mantenerse en el poder más por la inexistencia de una oposición mediocre que por la eficacia de sus propuestas.
Con Información de Indicador Político