¿Sabotaje al INE?
Leopoldo Mendívil
Aunque ustedes no lo crean, las candidatas a la Presidencia coincidieron en un punto: acusar al Instituto Nacional Electoral de entorpecer el voto de mexicanos en el extranjero, debido a que suspendieron la posibilidad de votar a 42 mil electores.
La suspensión no es definitiva, pues los votantes tendrán hasta el 8 de mayo para subsanar los elementos que el INE considera irregulares; éstos van desde la firma y la foto, hasta el doble registro.
Lo cierto es que el INE está muy emproblemado, por no decir que amenazado.
Como en su momento comentamos, la Cámara de Diputados redujo el presupuesto del INE a petición del presidente y en aras de la “auteridá”. El argumento falaz fue que los consejeros recibían sueldos muy altos; efectivamente lo son, pero ni eliminándolos todos y por varios años se compensa el recorte sufrido por el órgano electoral.
En la elección que se avecina y en comparación con los comicios de 2021, se disputarán 19 mil 900 cargos de elección popular (+9%) y votarán 100.7 millones de electores (+11%). Estos incrementos implican aumentar la impresión de boletas, la instalación de casillas, la impresión de listados del padrón electoral, la fiscalización de aspirantes, la localización y capacitación de funcionarios de casilla, etc.
Sin embargo, el presupuesto del INE es el mismo de hace tres años: 22 mil 767 millones de pesos. Nótese que el financiamiento a los partidos políticos que ustedes dirigen, corrió mucha mejor suerte al ascender a 10 mil 200 millones. O sea, los diputados aplicaron la máxima de “háganse la justicia y la ‘austeridá’ en los bueyes de mi compadre”.
La combinación de presupuesto reducido y la renovación de consejeros ha arrojado resultados preocupantes en el INE.
La consejera presidenta, Guadalupe Taddei, llegó de la mano de MORENA y eso le ha valido bien poco. De una parte, el INE se aprecia blando en la aplicación de la ley electoral hacia el presidente y sus mañaneras; le pide que baje tal o cual emisión, cuando la violación ya se ha consumado. Y de todas maneras, don Andrés monta en cólera.
Hacia el interior, Taddei no parece mostrar liderazgo, ni eficiencia. Durante varios meses no pudo consensuar con los demás consejeros la designación de los directores ejecutivos de áreas sustantivas y claves del INE. Principalmente, el rechazo se debió a que las personas propuestas por doña Guadalupe carecían de la experiencia suficiente; sí habían trabajado en un organismo electoral local, pero no se les veía como para dar el gran salto a nivel federal.
La situación llegó a tal punto, que el pasado enero hubo de intervenir el Tribunal Electoral para que, finalmente, doña Guadalupe hiciera las designaciones sin el voto del resto de los consejeros. Mala cosa, pues el INE por definición es un órgano colegiado; es decir, las decisiones importantes se toman en conjunto y por mayoría de votos.
No son de extrañar entonces los errores cometidos dentro de la institución. Es inovidable el fracaso de la licitación para uniformar y dar celulares a los capacitadores electorales, el cual llevó a recurrir de emergencia al anterior proveedor.
La producción del debate presidencial ha sido ampliamente criticada. Solo alguien totalmente ignorante del lenguaje televisivo pudo aprobar la escenografía utilizada; al ser tan abigarrada, quitó atención visual a los candidatos. No culpo al INE del formato rígido porque ahí intervienen los medrosos partidos políticos que ustedes dirigen.
Dos temas son particularmente preocupantes.
Primero, la fiscalización de los gastos de campañas es un mundanal de trabajo que casi se debe realizar en tiempo real; no es una rendición de cuentas global por partido, sino individual por cada candidato a puesto de elección federal. El asunto no es menor y ustedes lo saben, pues se puede tirar una candidatura y, llegado el caso, una victoria. Esperemos que el INE finalmente cuente con el personal suficiente y capacitado para la tarea, pero lo dudo.
Segundo, el Programa de Resultados Electorales, pues la Unidad Técnica de Servicios Informáticos ha reiterado su rechazo al sistema automatizado de captura como primera instancia. Después de meses de discutir el asunto y realizar pruebas, la Unidad optó por mantener el sistema manual, pero con la desorganización interna y la falta de recursos, a ver si la noche del 2 de junio no nos salen con una paparruchada.
El recorte presupuestal fue ordenado desde Palacio Nacional como revancha por no haber podido transferir al gobierno la organización de las elecciones. Pero sabemos que don Andrés siempre va tres pasos delante de todos, así que…
¿No será que la intención del líder máximo de MORENA es sabotear el trabajo del INE? Si gana su candidata, dirá que fue a pesar del Instituto. Pero si su corcholata favorita pierde, tendría elementos para descalificar los resultados y entonces…
