Desenfreno político del Presidente provocó la marcha-concentración
Edgardo Vazquez Mungarro
La nueva circunstancia política no implica precisamente que los personajes que la encabezan, constituyan una especie de políticos ajenos a las marruyerías y trácalas del pasado inmediato.
Paso al tema del día. La marcha-concentración de domingo fue producto del desenfreno político del presidente, su lucha diaria por desmantelar un sistema político y administrativo que funciona y es perfectible, a partir de polarizar a los ciudadanos etiquetándolos de fifis, neoliberales, corruptos y conservadores, sólo por no compartir sus ideas y métodos.
Pero lo más importante y que evidencia en su línea de trabajo institucional, está concentrando todo el poder y el presupuesto con fines ajenos al bienestar que promueve en sus spot y discursos.
AMLO llegó al poder, gracias al hartazgo de más de 80 años de gobiernos corruptos y todo indica que su gobierno y comportamiento personal en 5 años ya hartó a una parte de la sociedad que supera con mucho los 30 millones de votos que lo respaldaron, de los cuales sólo le quedan 14 millones, los otros 16 reconocen que se equivocaron y están arrepentidos; hoy lo confrontan y se convierten en activistas de un nuevo proyecto político.
En serio, no creo que haya una persona sensata que desconozca el avance social de una oposición engendrada desde Palacio Nacional.
La marcha-concentración es un parteaguas de lo que se avecina en éste año y el próximo.