Sacerdote denuncia que la violencia ha convertido a México en un cementerio
David Ramos
Tras el asesinato de dos jesuitas mientras intentaban proteger a un hombre dentro de una iglesia en el norte de México, un sacerdote advierte que la violencia ha convertido al país “en un cementerio”.
En un artículo titulado “Jesuitas asesinados”, el P. Eduardo Hayen Cuarón, director del semanario Presencia de la Diócesis mexicana de Ciudad Juárez, denunció que “en México el ambiente de inseguridad se ha degradado tanto por la creciente presencia del crimen organizado y, al mismo tiempo, por la incapacidad de los tres niveles de gobierno para frenarlo, que hemos regresado a épocas de barbarie donde la saña y la crueldad son verdaderamente inauditas”.
Los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar fueron asesinados el 20 de junio dentro de la iglesia católica de la comunidad de Cerocahui, en lo que se conoce como la Sierra Tarahumara, en el estado mexicano de Chihuahua.
De acuerdo al P. Ismael Bárcenas, también jesuita, los sacerdotes mexicanos fueron asesinados al “intentar defender a un hombre que buscaba refugio en el templo y que era perseguido por una persona armada”.
Los cuerpos de los sacerdotes y el hombre al que protegieron fueron llevados por el asesino y las autoridades no han logrado localizarlos.
La Compañía de Jesús (Jesuitas) celebró una Misa por el eterno descanso de los sacerdotes asesinados en la Iglesia de San Ignacio de Loyola de Ciudad de México, la noche del 21 de junio.
✝️ Misa | En Memoria
— Jesuitas México (@Jesuitas_Mexico) June 22, 2022
El fallecimiento de nuestros hermanos #jesuitas Joaquín Mora SJ y Javier Campos SJ solo se entiende en el seguimiento a Jesús pobre y humilde, enseñanza de nuestro fundador #SanIgnacio y es un llamado a seguir construyendo la #paz, #justicia y #reconciliación pic.twitter.com/AjrUFsFQSy
En su Audiencia General de este 22 de junio en el Vaticano, el Papa Francisco expresó su “dolor y consternación por el asesinato en México, anteayer, de dos religiosos jesuitas, mis hermanos, y un laico”.
“¡Cuántos asesinatos en México! Soy cercano con el afecto y oración a la comunidad católica afectada por esta tragedia. Una vez más, repito que la violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta los sufrimientos innecesarios”, dijo el Santo Padre.
La Fiscalía General del Estado de Chihuahua ha ofrecido este 22 de junio una recompensa de hasta 5 millones de pesos (alrededor de 250 mil dólares) por información que lleve a la captura de José Noriel Portillo Gil, a quien considera “probable responsable” de los asesinatos.
El asesinato de los dos sacerdotes jesuitas ocurre apenas un mes después del crimen del P. José Guadalupe Rivas Saldaña, ocurrido en la localidad de Tecate, en la Arquidiócesis de Tijuana, cerca de la frontera de México con Estados Unidos.
En su artículo, el P. Eduardo Hayen Cuarón lamentó que a causa del “mar de violencia normalizada” que se vive en México, “si no se tratara de dos sacerdotes asesinados, el caso hubiera pasado inadvertido”.
México vive una dramática escalada de la violencia, y todo apunta a que el sexenio del gobierno del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, será el más violento en la historia del país.
En apenas 3 años y medio de la administración de López Obrador ya suman más de 121 mil homicidios registrados en el país, por lo que podría superar los más de 156 mil crímenes cometidos durante los seis años del gobierno de su predecesor, Enrique Peña Nieto.
Desde el 1 de enero hasta el 21 de junio de este año, de acuerdo a cifras oficiales, se han registrado 12.481 homicidios en México.
El P. Hayen Cuarón recordó que “los jesuitas han tenido presencia misionera en la Sierra Tarahumara desde el siglo XVII con la Misión Chínipas en 1621”.
“Desde entonces estos hombres consagrados a Dios han entregado sus vidas a la evangelización de los tarahumaras y otras tribus indias en una de las regiones más pobres de México. La labor jesuita ha sido heroica y sigue siendo admirable”, dijo.
“Las misiones en la baja y alta Tarahumara han costado numerosas vidas a la orden de san Ignacio. Desde el martirio de los padres Jesús Pascual y Manuel Martínez en 1632, muchos jesuitas han sido asesinados por los mismos indígenas a través de emboscadas y de abiertas rebeliones en su resistencia a las exigencias del Evangelio”, señaló.
Tras recordar que, según cifras de la agencia vaticana Fides, “en 2021 fueron asesinados 22 misioneros, entre sacerdotes, religiosos y laicos”, el P. Hayen Cuarón indicó que “ninguno de los misioneros asesinados en el mundo suele realizar hazañas llamativas, sino que comparten la vida cotidiana de la mayoría de la población, dando testimonio del Evangelio”.
“Así fue con los padres jesuitas víctimas del narcotráfico en la Tarahumara”.
El sacerdote mexicano aseguró luego que en México se vive actualmente “entre tribus de salvajes que descuartizan y decapitan, entre seres más parecidos a demonios que personas humanas”.
“En medio de hordas que siembran terror por todas partes y con un gobierno que les brinda un trato respetuoso, amistoso, caballeroso, más para damas que para criminales enemigos de la sociedad”, criticó.
“Vivimos nuevamente en aquel antiguo barbarismo que resistía al Evangelio”, añadió.
El P. Hayen Cuarón dijo que “los hechos trágicos ocurridos en la sierra Tarahumara de Chihuahua representan un triste capítulo esa lucha mortal entre el cielo y el infierno, entre barbarie y evangelización, entre decadencia y civilización, entre odio por la vida y amor por elevarla a su más alta dignidad”.
“Dios conceda la gloria del cielo a los padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, héroes de las misiones, que pagaron con su vida el precio de vivir sembrando el amor de Cristo Jesús entre sus hermanos indígenas para darles vida digna”, expresó.
“Que desde el cielo rueguen para que México, convertido hoy en un cementerio, se transforme en hogar de paz para todos”, concluyó.
Con información de Aciprensa