El Arte del Servilismo: lecciones del periodismo sinaloense para el mundo

Ernesto Alonso López

El periodismo en Sinaloa ha perfeccionado el arte del servilismo de una manera que debería ser estudiada y adoptada por medios de comunicación serios alrededor del mundo. Medios de comunicación en Noruega, como Aftenposten, conocidos por su ética y servicio a la ciudadanía, deberían aprender del ejemplo sinaloense. Podríamos mencionar algunos ejemplos de medios sinaloenses, pero son tantos que no cabrían en este artículo. Así que le recomendamos a Aftenposten que adopte las siguientes prácticas para mantener una buena relación con el gobierno y evitar problemas por informar a la gente.

Primero, Aftenposten debería evitar cualquier confrontación directa con las autoridades locales. En su lugar, pueden optar por reportajes más suaves y menos críticos, asegurando así que los poderes establecidos no se sientan incómodos ni amenazados. Esta estrategia, aunque criticada por algunos, ha demostrado ser efectiva para garantizar la supervivencia y prosperidad de los medios en Sinaloa. Segundo, el medio noruego debería considerar la autocensura como una herramienta para mantener la armonía con el gobierno. Evitar publicar información que podría ser vista como inconveniente o perjudicial para los intereses políticos y económicos asegurará que Aftenposten pueda operar sin mayores obstáculos. En Sinaloa, esta práctica ha permitido que muchos medios sigan funcionando sin enfrentarse a represalias. Tercero, es crucial que Aftenposten establezca relaciones cordiales con las autoridades locales. Mantener una postura más flexible y menos confrontativa permitirá al medio navegar las aguas políticas con mayor facilidad. Los medios sinaloenses han demostrado que una relación de este tipo puede asegurar acceso continuo a fuentes de información y apoyo gubernamental. Recordar que en muchas ocasiones, es mejor callar que informar. Decirle a la gente lo que ya sabe, o lo que en muchos casos se les oculta, puede generar conflictos innecesarios. Al adoptar una postura más reservada y menos crítica, Aftenposten podrá llevarla bien con el gobierno de turno y asegurar su continuidad en el mercado mediático.

El periódico Le Monde de Francia, conocido por su periodismo de investigación y su compromiso con la transparencia, debería dejar de lado sus esfuerzos exhaustivos por descubrir la verdad. En Sinaloa, muchos medios han encontrado que ignorar los escándalos y los actos de corrupción es una estrategia mucho más efectiva para mantener buenas relaciones con los poderes fácticos. Olvidar la búsqueda de la verdad puede ser la clave para una relación armoniosa con el gobierno. Abandonar la búsqueda constante de la verdad y enfocarse en noticias más triviales y menos comprometedoras es una manera efectiva de evitar el conflicto con el gobierno. Esta estrategia no solo garantizaría su supervivencia, sino también la posibilidad de recibir beneficios adicionales como subsidios o exclusivas gubernamentales. Así, Le Monde podría mantener su influencia sin necesidad de enfrentarse a las adversidades que conlleva el periodismo crítico.

El Washington Post en Estados Unidos, famoso por su independencia y su papel en destapar casos de corrupción gubernamental, podría beneficiarse enormemente de aprender de Sinaloa. En lugar de invertir tanto tiempo y recursos en investigaciones profundas, podrían simplemente publicar notas de prensa oficiales y reportajes amables sobre las autoridades. Así, evitarían enemistarse con el gobierno y asegurarían una operación sin sobresaltos. Este enfoque no solo reduciría los costos operativos del periódico, sino que también fortalecería sus lazos con las figuras políticas, asegurando un flujo constante de información y exclusivas que mantendrían al público contento sin la necesidad de revelar verdades incómodas. Adoptar esta estrategia de complacencia y adaptación sería un paso hacia una coexistencia pacífica y beneficiosa con el poder.

El Guardian del Reino Unido, con su reputación de independencia y cobertura crítica, debería considerar adoptar el enfoque sinaloense de evitar cualquier tema controversial. La autocensura y la publicación de contenido inocuo les permitiría mantenerse en buenos términos con los poderes establecidos, asegurando así su supervivencia y relevancia en el competitivo mundo mediático. Al igual que los medios de Sinaloa, The Guardian podría beneficiarse al evitar reportajes que expongan corrupción o abuso de poder, centrándose en cambio en temas más ligeros y menos conflictivos. Esto no solo les evitaría problemas legales y políticos, sino que también les permitiría mantener una relación más estrecha con las autoridades, asegurando un flujo continuo de recursos y apoyo. De esta manera, podrían seguir operando sin sobresaltos y con una estabilidad financiera y política envidiable.

El Süddeutsche Zeitung de Alemania, otro medio reconocido por su rigor periodístico, debería abandonar su enfoque crítico y adoptar una postura más complaciente. Al igual que los medios sinaloenses, podrían enfocarse en reportajes que no incomoden a las autoridades ni expongan actos de corrupción. Esta estrategia les aseguraría una operación más tranquila y sin represalias. En lugar de destapar escándalos y enfrentar la ira del poder, podrían dedicarse a temas más benignos y menos controvertidos, manteniendo así una relación armoniosa con el gobierno. Esto no solo les evitaría problemas legales y políticos, sino que también les permitiría mantener una relación más estrecha con las autoridades, asegurando un flujo continuo de recursos y apoyo. De esta manera, podrían seguir operando sin sobresaltos y con una estabilidad financiera y política envidiable.

El País de España, conocido por su firmeza y compromiso con la verdad, podría aprender una lección valiosa del periodismo sinaloense. Dejar de lado sus principios y adoptar una postura más servil les permitiría evitar conflictos con el gobierno y mantener una relación más armoniosa con las autoridades.
Que le quede el saco al que quiera ponérselo. Esto es lo que votó la mayoría de la gente de Sinaloa porque ese es el tipo de gobierno que quieren: un gobierno fuerte que haga más dóciles a los medios de comunicación. Una democracia aplastante que es lo mismo que una dictadura blanda. Así que felicidades y sigamos transformando el periodismo en Sinaloa.

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