Jesús Madueña: reingeniería con autonomía y visión de cambio en la UAS

José de Jesús Aragón Fonseca 

El rector Jesús Madueña Molina emprendió una sólida reingeniería-restructuración de la Universidad Autónoma de Sinaloa para desencadenar procesos de crecimiento, la superación del perfil de la planta académica, la ampliación de las infraestructuras para investigación y difusión, el equipamiento y acervos, la creación de nuevas carreras y la consolidación del posgrado y de los múltiples métodos de evaluación y acreditación de programas.  

La UAS es el bastión inteligente más sólido que, en el marco de su institucionalidad y autonomía, coadyuva a conservar la gobernabilidad de Sinaloa, a mantener el desarrollo cultural y a preservar una dinámica progresista en materia tecnológica y científica; no es casual que sea el objetivo de grupúsculos o facciones que ven al alma mater como un apetecible botín, confundiendo los grandes propósitos de la educación superior. 

Sin embargo, pese a las cíclicas agresiones, los ataques por las “redes electrónicas” y a los plantones para ejercer presión en el ámbito “laboral”, considerados normales en una universidad como la UAS que respeta el derecho a la manifestación y el fluir de ideas, el alma mater se mantiene como símbolo de la esperanza para cientos de miles de jóvenes sinaloenses que sin tener los recursos para una educación superior abrigan sus anhelos y destinos en el estudio. 

Desde el exterior de la UAS hay quienes lanzan críticas e insultos con el propósito de generar anarquía en el campus; en ocasiones, esos embates encuentran eco en uno o dos universitarios que deslumbrados por los espejismos pretenden crear grupos de choque y buscar aliados al exterior, en los poderes gubernamentales, para pretender “reventar” a la Universidad y buscar modificar su Ley Orgánica para destruir su Consejo Universitario, que tanto equilibrio y estabilidad ha propiciado a la máxima casa de estudios. 

La Universidad Autónoma de Sinaloa debe ser respetada en su autonomía y reconocida por su excelencia académica y su andamiaje administrativo; cualquier reforma por venir debe surgir del consenso, de un gran proyecto universitario, de su consejo, no desde afuera, no de la ambición política o de grupúsculos rechazados en las aulas por falta de verticalidad y por su proclividad a negar la academia y privilegiar el caos. 

El nuevo plan de Desarrollo Institucional con Visión de Futuro 2021-2025 del Jesús Madueña Molina es un proyecto de gran calado que tiene entre otros objetivos la reingeniería-restructuración de la UAS y la defensa de su autonomía, el mantenimiento de los niveles de cobertura, el asegurar y elevar los estándares de calidad, el pugnar por preservar la estabilidad laboral, el fomento a la investigación y el desarrollo tecnológico. 

Para Madueña Molina, por ser un bien público, la educación superior debe desarrollarse libre de orientaciones, enfoques y perspectivas ideológicas, libre de presiones externas, solo así estará en condiciones de formar ciudadanos críticos, libres en su pensamiento y en su actuar. 

La UAS reconstruye la idea de que la educación pública, especialmente la universitaria, es una de las herramientas fundamentales para mejorar las condiciones sociales y económicas de Sinaloa y para incentivar de manera propositiva la participación democrática de los colectivos pensantes en el quehacer político y social. 

Uno de los motores para el desarrollo de las funciones universitarias, es la autonomía universitaria, que es a la vez acción y que se traduce en un mecanismo para estimular, en libertad, propuestas al interior de la propia Universidad y la participación como ente constructor en los conglomerados sociales. 

La autonomía universitaria es perfectible y evoluciona, es dinámica, y es uno de los valores que se ajusta a la transformación de las instituciones y la sociedad. Es parte de la fortaleza de las universidades públicas que sirve para prevenir problemas y ayudar a resolver adversidades. 

La autonomía es el antídoto frente a intereses de grupúsculos y de particulares para que no puedan someter o generar caos al interior de las instituciones. Es la fórmula que garantiza y permite a las universidades gozar de independencia frente a los órdenes de gobierno, los poderes públicos y otros sectores como el religioso.

Con información de Parlamento Universitario

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