Los derechos especiales de giro enfrentan a Hacienda y Banxico

Claudia Villegas

Nombrado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 16 de julio y ratificado por el Congreso los primeros días de agosto, Rogelio Ramírez de la O mantiene una estrategia de bajo perfil como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mientras prepara el paquete económico para 2022.

Su decisión de mantenerse fuera de los reflectores no cambió ni siquiera con el debate sobre cómo el gobierno federal podría y debería usar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) transferidos al Banco de México (Banxico) mediante los derechos especiales de giro (DEG); incluso ha postergado el nombramiento de su equipo y sólo cuenta con un par de asesores que trabajan en el paquete económico para el próximo año.

Y aun cuando López Obrador aseguró que fue el exconsultor privado y fundador de la firma Economía Aplicada quien le habló de los DEG y de la posibilidad de usarlos para prepagar deuda, Ramírez de la O guarda silencio, pese a que el tema ha exacerbado las críticas del jefe del Ejecutivo al papel del Banco de México, una institución autónoma, según lo establece la Constitución. El titular de Hacienda decidió no pronunciarse.

Pero ante los grupos parlamentarios de Morena en el Senado de la República y la Cámara de Diputados, Ramírez de la O dijo el jueves 27 que el Paquete Económico 2022 se presentará el 8 de septiembre y, sin referirse a los DEG, les garantizó que el presupuesto contendrá un gasto social responsable que apuntalará los proyectos más emblemáticos de la administración pero también el empleo y el combate a la desigualdad.

La transferencia de 12 mil 177 millones de dólares a las arcas del Banxico desde el FMI provocó un nuevo escarceo en torno a las atribuciones del banco central frente a la SHCP y la Presidencia de la República.

Además, la llegada de estos fondos, con tasa mínima y sin plazo para ser pagados, por tratarse de un programa especial del organismo multilateral frente a la crisis sanitaria, también abrió un debate respecto a la rendición de cuentas y el manejo de los recursos que podría obtener el gobierno federal ante la posibilidad de prepagar deuda pública, en especial la de Pemex, uno de los temas que más preocupan al titular de la SHCP.

El gobierno federal ha asumido el pago directo de la deuda de Pemex. Por el nivel de endeudamiento y la caída en su calificación ante Moody’s y S&P –que consideran sus bonos como “basura”–, la petrolera no puede emitir deuda porque resultaría extremadamente caro.

Con información de Proceso

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