Alza en alimentos lleva a la inflación a máximo en 21 años

Clara Zepeda 

 La inflación en México no cede. En los primeros 15 días de junio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) experimentó una aumento de 0.49 por ciento. Con este resultado, la inflación en 12 meses se disparó a 7.88 por ciento, el registro más alto desde enero de 2001, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Destacaron las presiones de precios en los alimentos frescos y procesados, que tienen una incidencia directa en el nivel de vida de la mayoría de familias, en línea con el traspaso de los altos precios internacionales de materias primas agropecuarias.

La inflación general anual rebasó las expectativas del consenso del mercado, al acelerar de 7.72 la quincena previa a 7.88 por ciento anual, frente al 7.7 por ciento esperado por los analistas, según la más reciente encuesta de Citibanamex.

Todas las divisiones que conforman la canasta del INPC subieron. Entre las ramas con mayores alzas destacaron alimentos, bebidas y tabaco con 11.71 por ciento anual; productos pecuarios, agrícolas, frutas y verduras registraron aumentos de 15.12, 14.31 y 13.29 por ciento, respectivamente, en los últimos 12 meses. Asimismo, las mercancías no alimenticias subieron 7.80 por ciento anual; taquerías, fondas y loncherías aumentaron 6.64 por ciento; mientras los energéticos, 5.86 por ciento.

Aumentos generalizados

El avance en el índice subyacente –-el cual identifica las variaciones de los precios excluyendo los componentes más volátiles como gasolina, electricidad, gas, frutas, verduras– fue generalizado, tanto en bienes como en servicios, al reportar un incrementó 0.50 por ciento a tasa quincenal y 7.47 por ciento anual en la primera mitad de junio.

Comer se vuelve caro

Sigue sobresaliendo el incremento en mercancías alimenticias. En el caso de los servicios, destacó el rebote en los distintos a vivienda y educación, destacando aquellos de entretenimiento, transporte y restaurantes, asociados a la movilidad social y la rotación del gasto de bienes a servicios.

El índice de precios no subyacente, aquel que sí incluye productos de alta volatilidad como los precios agropecuarios y energéticos, subió 0.49 por ciento quincenal y 9.13 por ciento a tasa anual.

Su aceleración obedeció al incremento en agropecuarios, en línea con la evolución de la cotización internacional de las materias primas, como los granos. Ello eclipsó la moderación en energía, explicó Alejandro Saldaña, subdirector de análisis económico de Ve por Más.

El índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo aumentó 0.56 por ciento quincenal y 8.44 por ciento a tasa anual, superior a la inflación general.

Pacic no ayuda

En productos como pan de caja, huevo, leche, naranja, papa, pollo entero y zanahoria, el Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic) no ha tenido efectos, pues el pan registró una inflación de 18.44 por ciento en la primera quincena de junio, hace dos quincenas fue de 15.9 por ciento; el huevo se disparó 21.13; la leche, 13; la naranja, 20.47 y el pollo entero, 14.93 por ciento.

Para Gabriela Siller, directora de estudios económicos de Banco Base, el dato de inflación de la primera quincena de junio hace evidente que el Pacic no ha ayudado. “El estímulo a la gasolina ha frenado un poco el alza de energéticos, pero es artificial y se corre el riesgo de otro gasolinazo”.

Aunado a lo anterior, Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics, sostuvo que el programa de contención de precios duró muy poco, “puesto que lo único que hace es reprimir las alzas de manera temporal (…) lo peor de todo es que la olla está acumulando mucha presión y cuando no haya recursos para subsidiar, entonces van a tener que soltar la tapadera”.

Por su parte, Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina en Credit Suisse, destacó que sin el subsidio actual a la gasolina, la inflación anual sería de por lo menos 11 por ciento, en lugar de 8 por ciento.

Con información de la Jornada

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